El 11 de octubre de 2024, los Misioneros de Ecuador se reunieron para un devocional nocturno enfocado en el Salmo 32. Este salmo nos recuerda la bendición de recibir el perdón de Dios, resaltando que solo Él puede restaurar nuestras vidas. Al meditar en la palabra, los asistentes reflexionaron sobre cómo el perdón divino no solo libera, sino que también sana y enseña.
El Salmo 32 enfatiza que somos benditos al ser perdonados, y nos invita a entregar nuestras vidas al buen Pastor. Encontramos consuelo y fortaleza, sabiendo que no hay amor comparable al de Dios, quien nos ve con ojos de compasión y nos ayuda a comprender nuestro verdadero valor.
La enseñanza de esa noche instó a cada uno a ser instrumentos de amor y apoyo para aquellos que caen, reflejando la fidelidad de Dios en nuestras acciones. Al concluir, se tuvo un tiempo de oración, pidiendo fortaleza física, emocional y espiritual, reafirmando el compromiso de vivir en comunidad, levantando a los demás con el mismo amor que hemos recibido.
Este devocional nos recordó la importancia del perdón y la necesidad de ser agentes de restauración en el mundo que nos rodea. Así, al experimentar la gracia de Dios, nos convertimos en portadores de su amor y esperanza.